sábado, 28 de marzo de 2009

OP. SALIDA.

Hoy ha habido un apagón mundial y las velas se han encendido; magia. Es mi última noche en P. Arenas ya que parto a Ushuaia en jornada busera de 12 horas. Me llevo conmigo una copia fidedigna de mi gastada y raída camisa de cremallera que una humilde modista ha cosido con maña y sapiencia y me llevo además una suma de pequeñas grandes cosas que debo principalmente a B., mi hospitalaria anfitriona que me ha entretenido con su chispa. Diversos problemas gástricos me han impedido asistir a sus clases de yoga, que tenían una pinta fenomenal, por lo que pude probar el primer día. Aun así, reconozco que me he excedido de tiempo y comenzaba a sentir el quemazón del movimiento, pero por otro lado me encontraba abotargado y espeso; la camisa se demoraba y yo me volvía lento galapagar. Lo que iban a ser tres o cuatro días se volvieron diez. Pobre B. Es un tesoro vibrante, llena de prana. Días felices y otoñales, anyway. Me llevo de P.Arenas una matricula de auto encontrada en el bosque con mi horóscopo impreso; días de descanso y escursión; una camisa de cremallera nuevecita y artesana de color azul verdoso; todos los pelos de Maya (la gata) en mi polar; algo de yoga; muchas fotos; la lengua negra de comer bayas silvestres y un montón de hospitalidad y cariño...

No hay comentarios: