domingo, 30 de enero de 2011

Adios Arambol.

Ando preparando la salida de Aramból para mañana y  ya he lavado la ropa. Mis amigas alemanas se fueron ayer a casa y su vació no ha sido llenado todavía porque hay una gente por el mundo de lo mas desagradable. Los vecinos son unos raros que no hablan ni entre ellos, y tienen cara de levantarse con un palo metido por entre las nalgas que les llega hasta la nariz. Ahora me toca decidir como llegar a la estación de tren para ir a Gokarna, más al sur, y creo que haré el viajecito de una hora en taxi, porque de otro modo tengo que tomar dos ricksaws y tres autobuses nativos cargado con la mochilas y en pleno sofoco bajo el sol ardiente de la India. Prefiero no ahorrar dinero y disfrutar de la jornada lo más que pueda. Estando solo de viaje cuesta mas el arrastrarse por las pésimas e incomodas "infra"estructuras de este soberano país.  En otra ocasión ya me sentiré más aventurero. Sigo estreñido...cuando lo normal en este país es padecer severas diarreas...



jueves, 27 de enero de 2011

HOY

Una ardilla trepa por el tronco de la palmera y sobre el azul del mar un delfín se da un panzazo a lo lejos. Eso veo por la mañana desde mi habitación en la que siempre amanece soleado. Hay una permanente presencia de barcos pesqueros que muy lejos de ofrecer una imagen bucólica y marítima  solo me traen angustiados pensamientos viendo como esquilman, sin detenerse día y noche, los recursos marinos. No hablo de las barcazas de madera pintadas de colores vivos de los pescadores de costa, si no de la industria ciega y voraz que impide el desarrollo de esa digna actividad artesana. Hay que detenerlos. Antes, en los 70, el lema era " Salvar las ballenas" y ahora...salvar las sardinas. Vamos a comer plástico, células madre y grasa de barco en salmuera.
La playa es divertida viendo sobre todo a los jóvenes indios jugar  como chiquillos y disfrutar pasada de largo la edad militar. Alguna vaca aparece dándose un garbeo y los vendedores ambulantes dotan de color local el ambiente internacional, donde abundan los israelíes, los rusos horteras y sus estupendas chicas descocadas, y los habituales en todo el mundo: ingleses, alemanes y estadounidenses. Españoles no hay, será por la crisis.
Ayer intente comer un arroz indio y me volvió la náusea y los ardores. La espalda sigue con ese dolor en la zona lumbar derecha que me duele y me impide disfrutar de las clases de yoga haciéndome sentir una gran frustración añadida por no llegar a las cotas de disfrute de antaño. Voy a seguir a pesar de arrastrarme.
Mis vecinas alemanas me     cuidan dándome carbón activado, y de noche charlamos en ingles bonito y depurado debido a su ascendencia británica. 
Ya intuyo la partida en breve, tres días o cuatro. Y de momento me reservo la cámara de fotos para cuando me sienta entre la nación india y no en los sucedáneos.

lunes, 24 de enero de 2011

Vijay

Recuerdo el primer viaje a la India con el amigo Chamus cuando en Malabapuram nos conjuramos en no volver y salir pitando rumbo a Tailandia. Cuando aquello andábamos echos unos zorros..jejeje...y la diarrea mas descomunal hizo mella en nosotros dispuesta a dejarnos fundidos nada mas aterrizar, como quien dice, al país.
Caminábamos con un rollo de papel higiénico en una mano y la llave de la habitación en la otra. Y a cada paso era  uno u otro el que sentía la abrupta emergencia y corría marcha atrás apretando fuerte las nalgas. Nos costo tres días avanzar unos metros fuera del hotel. Un sin vivir, y sin embargo repetimos experiencia. Yo cada vez me siento mas a gusto en el país y reconozco lo cierto de esa expresión que dice que la primera impresión es..eso, una impresión en el disco duro de tu cabezota. Ahora todo me parece mas amable, en fin, la edad.
Hoy estoy ya bien. Me alimento de zumos y acudo a unas clases de yoga con un marciano que se llama Vijay, al cual ya conocí en McLeod Ganj. Ha sido toda una sorpresa, grata, el encontrarle. Los dolores y las agujetas del primer día son descomunales por mi desidia y abandono y he de dejar que pase otro de descanso para continuar el ritmo con algo de decoro.
Vijay enseña asthanga y hata, pesa unos 50 kilos dentro de un esqueleto rodeado de fibra y músculo. Con el hace lo que quiere, lo tiene domesticado. Tiene unos ojos muy abiertos, redondos y negros, observadores y una voz que parece sacada de una tostadora sideral con la cual nos hipnotiza. En la relajación final se comunica con los alienigenas en una larga letanía mezclada de canto cuántico sincopado que o viene de o va al futuro. Si la N.A.S.A intercepta esta señal seguro que se destripan los ordenadores y los cerebritos investigadores se dan de abrazos gritando "Eureka" "no estamos solos en el universo". Yo al menos no entiendo ni papa de lo que dice y no se si en definitiva me traslada al reino de la relajación o a alguno de los anillos de Saturno. Buen profe.

domingo, 23 de enero de 2011

A LAS PUERTAS DE LA MUERTE !JO!

Me han "envenenau". Anoche pedí de cenar una cosa que se llamaba "Aloo Mala" y con ese nombre tenia que haberlo sospechado. Entre en mi habitación y de pronto todo comenzó a girar, como si las aspas del ventilador del techo arrastraran el mundo real hacia el delirio. Empecé a sentir náuseas, mareos, escalofríos; la barriga parecía querer traer un ente repugnante que luchaba por salir...y salio.
El aspecto del retrete tras la batalla entre un calamar gigante y Alien el octavo pasajero daba para memorables tomas de cine "gore".
Pase la noche mas jodida que recuerdo, con nuevos amagos y una debilidad total. Me dolían los músculos de todo el cuerpo y la cabeza floja se mecía en un mar agitado y mareante sin que nada acudiera a mi rescate.
Por la mañana las cosas no mejoraban. Esperé hasta el mediodía para ir al restaurante y quejarme: es normal, fue su respuesta y tuvo el detalle de darme una limonada con jengibre sin costo alguno. La tomé dócilmente porque no tenía cuerpo para  discutir y me volví a la cama. Solo cuando el calor dejó de apretar y el sol perdía fuerza me atreví a ir a la playa y zambullirme. Me sentó bien.



sábado, 22 de enero de 2011

ARAMBOL

Arambol Arambolo es un bazar con playa y chiringuitos lleno de gente fresca, alternativa, rastafari, karma-cola y rusos de la nueva estepa. La calle principal desciende sinuosamente llena de escamas multicolores en cada acera vendiendo telas y collares y otras mercaderías afines propias de estos confines. No queda espacio entre unos y otros y parece que uno recorre un túnel o el aparato digestivo de la propia serpiente que desemboca en una playa palmericola de 2 kilómetros, quizás. La costa continua interminablemente siempre que se quiera investigar un poco mas allá.
Yo estoy entre dos playas y de aquí no me mueve nadie. Es un área rocosa y tranquila con un pasaje de tiendas y restaurantes con vistas que lleva a una playa al Norte, mas tranquila que posee una laguna y todo, pero que no se como se llama y hacen parapente desde una verdosa colina.
El agua esta cálida y apetecible y cumple con su misión de refrescar. Las chicas, parecido, supongo. Por menos de un euro te comes un coco, una pinia, papaya...traídas por vendedores ambulantes. Hay uno muy descarado que te grita si duermes " Myfriend!" y te hace despertar como un timbrazo en el tímpano y en el alma.
Parece que ya estoy en horario. Hoy he amanecido a las 7 y he paseado por las calles en semi penumbra viendo el despertar del pueblo indio y de las primeras motos sorteando vacas errabundas. No era un sueño.

jueves, 20 de enero de 2011

INDIA INDIA 2011

Ir a India requiere esfuerzo, predisposición y arrojo, y en mi caso actual un billete erróneo de avión, una cancelación de uno de tren, madrugones, horas de espera por retraso y niebla en aburridos aeropuertos e innumerables horas sin pegar ojo. 
En el avión a Bombay con salida de Londres conozco a Covadonga, bilbaína que ha vivido en Madrid 20 años y que ahora curiosamente vive en Ruiloba, donde nació mi abuela. Después de meditar y viajar el Rajastan se va a ir a Vietnam y va a rodar un documental sobre los cortadores de piedra basálticas de Vietnam que se lo cortan a su hermana escultora con la misma cámara sencilla con la que hizo otro de la fundacion Padre Arrupe sobre niños mutilados. Lo hizo por hobby y la T.V.E se lo compro y emitió en dos capítulos de lo bueno que era.
Esto de que el Blog no tenga corrector y que los teclados de la India son una mierda me mosquea un guevo, ya.
Al aterrizar en Bombay ya he reconocido el olor a moqueta húmeda y a cañería rota; enseguida hay gente ociosa con o sin uniforme tirados por aquí y por allá.Y afuera una colmena de avispados esperando hincarte el diente. Pero comparto taxi prepagado con una mormona de Utha y vamos a Arambol, Goa de modo rápido y económico. Allí me alojo en Om Ganesh, entre dos playas, con vistas al mar, sobre unos puestos de artesanía que desprenden olor a incienso. No busco mas, me gusta el sitio y la habitación con baño. Pago 500 rupias, que son 9 euros y decido no escatimar en algo mas barato y casposo los primeros días de aclimatación. 
Intento ver el ocaso pero estoy rendido y quien cae en las oscuras profundidades del sueño es el menda bajo las aspas del ventilador que deshace cualquier otra inquietud aparte de la de descansar merecidamente y reponer fuerzas para mañana. El agua espera de mi un baño refrescante.