MIS PRIMEROS DIAS DE CLICHY

Cuando paseo por la avenida de Clichy un hombre serpiente me silba en bifido frances.Me acerco hipnotizado y me susurra una oferta tentadora.Veo en sus brazos el juego de la heroina;aun asi entro atraves de las cortinas al otro mundo, sordido.Estoy en el cabaret de Lèntrepierne.En la roja penumbra una golfa profesional surgida del averno me traba del brazo.Pretende seducirme y sacarme los talentos que atesoro para otra.Entonces reculo;no tiene el suficiente poder.Otra demoniaca de mayor graduacion me agarra con inusitada fuerza del mismo brazo.Siento la diferencia y sus dedos tirando de mi hacia un rincon susurrando ofertas tentadoras de placeres y lascivia.Es tal la fuerza que usa que por si acaso cierro los punios.Ella tira de un lado y yo del otro.Nadie mas hay en la sala.Pienso en una encerrona y de un tiron me deshago de esa entidad.Salgo a la calle y el sol me ciega.Camino boulevar abajo.Atras quedan las rameras y sus clichys chillantes.