jueves, 8 de julio de 2010

BUDAPEST 2

He pasado el dia a remojo en los banios termales mas impresionantes de Budapest y por lo tanto del mundo entero. He entrado a las 10 de la maniana y he salido a las 7 de la tarde porque decian algo por los altavoces en hungaro que he pensado era la hora de salir, aunque luego he visto que se puede estar hasta las 10 de la noche.
Maniana bicicleta para redondear el asunto y terminar por usar todos los transportes publicos que la ciudad ofrece: tranvia, trolebus, autobus, metro...Aun no he tenido agallas de investigar los edificios por dentro porque temo no poder salir o que el cambio climatico llegue de pronto y sin avisar y me pille dentro sin tiempo a adaptarme. Ayer vi el partido de Espania tirado en la hierba frente a una inmensa pantalla cerca de la hermosa estacion de trenes de Deli, el ambiente fabuloso y la celebracion y todo el asunto una gozada. El hostel en el que estoy es ya como mi casa y asi me siento cuando llego de noche.Ahora que me vuelvo me percato de todo lo que me queda por ver. Necesitaria dos semanas mas a mi ritmo vagabundo y erratico.





Ya tengo mi sitio favorito: es el mercado principal al ladito de mi casita. Alli compro fruta y panes y me subo a la segunda planta para tomarme un vino dulce o tinto hungaro por muy poco dinero. Leo y escribo y veo a la gente pasar haciendo las compras o husmeando los puestos. Podrian hacer lo mismo en la de Bilbao, se me ocurre. Ambos edificios son magnificos.
La ciudad es urbana y tranquila; los conductores sosegados y respetuosos con las cebras y no hay presencia policial o indicios de delincuencia. Los vagabundos parecen flores marchitas y casi lo peor son algunos musicos callejeros de poco interes, sobre todo uno que toca horteras versiones de Kenny G al saxo de modo ininterrumpido y sin despeinarse. Dan ganas de cometer una aberracion con el saxo ese. No te tomes nunca una cerveza en terraza centrica porque te dejaran con el culo al aire.Atraco a mano alzada. Y el Danubio es verde, como los demas.

lunes, 5 de julio de 2010

BUDAPEST 1

Voy conociendo la ciudad imperial, impresionante, imponente, a traves del mundo de los "hostels". Del Backpackers, que está alejado y me obliga a tomar transporte público una y otra vez, me voy al Suite que suena mejor y esta en el centro. Está bien el sitio porque es bastante nuevo pero las camas de afamado centro comercial chirrían que da gusto y como somos 8 hay que multiplicar el escándalo por ese número.  Pero eso no es lo peor: llegan 7 hijos de la Gran Bellota con sus mochilas a medianoche; las tiran al suelo y piden a la membrilla de recepción cervezas de esas de medio litro para quitar la sed y las neuronas. Empieza la fiesta. Suben vodka y encienden el radiocasete, juegan al pin-pon, tocan el ukelele y los cojones a los que queremos dormir porque ya son las 2 de la mañana. Las "encagadas" del sitio siguen sacando birras como si tal cosa, y ya por fin me mosqueo, salgo de la chirriante litera y bajo echando humo. Les pongo las pilas y no sé ni lo que digo porque es la primera vez que estoy mosqueado en inglés. Escucho risas desde mi habitación- " Has oído al viejo, James? ¡jajaaja!". Pero se van a la calle y allí continúan. Se les oye por todo Budapest.
Por la mañana, con las mochilas a cuestas, visito tres hostales mucho mejores y termino en uno de rebote que es como estar en casa. Pequeñito y sin pretensiones con grandes techos y sin literas apretadas ¡Que bien!
Ahora me toca caminar pero mañana bicicleta. Hago un concurso para encontrar un edificio feo o pequeño o birrioso o hortera o decrepito y salgo perdiendo. Camino cienes de kilómetros arriba y abajo, y me doy cuenta que hay dos formas d conocer la ciudad principalmente: una es desde afuera; viendo las impresionantes fachadas y la singular decoración art-deco y neo-clásica y austro-hungara imperial, y ello te puede llevar tres o cuatro años. Y la otra forma es desde dentro, pero cada edificio te llevaría una mañana entera. Me maravillo a cada esquina; no me lo esperaba así de fascinante. Pero como he dormido poco...Por cierto; ya me vuelvo a casa en 5 días.







viernes, 2 de julio de 2010

BUDAPEST

A las seis de la mañana a quien menos me esperaba encontrar en la estación de tren de Sarajevo es a Paco, el leridano que viaja con su bici y conocí en Kotor. Está despidiéndose de Stella, una chica de Hong Kong con quien a compartido parte de su viaje; así que hacemos el viaje de 10 horas a Budapest en el mismo compartimento. Me cuenta que es fotógrafa y escribe en una revista de viajes china. Ha viajado por todos esos países raros o conflictivos con los que uno no se atreve todavía  Va equipada hasta los topes con toda la "gadgeteria" que uno se pueda imaginar. Me dice que si quiero un laptop me lo compra y envía desde Hong Kong. Parece que todo esta baratísimo por allá. Su otro nombre es Sukima, en chino supongo. La verdad es que necesito o creo necesitar uno; más líos.
Encuentro mi albergue tras un trayecto que me saca del centro de la ciudad. Es una casa de tres plantas con jardín y chillout y esta llena de pegatas y postales y cosas viajeras y escritos y graffitis y toda esta parafernalia que no te despeja la cabeza si no que te aturde más el coco. Los ocupantes no pasan de los 20 años, con esa mezcla de chicle americano, cerveza australiana y tatuaje tribal que da por culo. Son majos pero yo no comulgo con esta tribu. Como solo he pagado dos noches me piraré a otro sitio más cementerio de elefantes y carca para sentirme el p... amo. Justo me informa el de la "rece" que los dueños tienes otra casa donde hacen yoga y meditación calle abajo y que se llama Santee House...vaya! No todo esta perdido. De momento, Budapest


me gusta.

jueves, 1 de julio de 2010

SARAJEVO 2

Ya esta decidido que me voy mañana de madrugada hacia Budapest. He recortado el asunto un par de días ya que el sitio no me da para mas. Los conciertos del Sábado me los perderé
y la visita del Domingo a unos terrenos a los que me iba a llevar Vedran en el coche de la asociación Vegehana se queda en el aire.
Me ha propuesto venirme dentro de dos semanas a construir 10 casas, un restaurante y una casa de huéspedes de 2 plantas bajo el concepto de la "permacultura". Viene desde Italia Stefano Soldati, una eminencia en estos asuntos eco-ambientales a enseñar cómo hacer las cosas con barro, paja, pales de obra, botellas...Necesitan voluntarios y a mi me interesa. Pero no me ofrecen alojamiento y aun no han empezado ni con los viales ni las zanjas, ni las acometidas, lo chungo y menos divertido. Veo que está todo muy verde y me compro el billete de tren de ida y vuelta por si acaso la cosa pinta mas guapa dentro de dos semanas. Es curioso porque la ida del tren cuesta 52 euros y si compras ida y vuelta 56. Intentaré vender la vuelta a algún viajero si no me vengo de regreso.
Estoy teniendo mala suerte en las habitaciones: en ambas me ha tocado un roncador profesional ¡Que fenómenos!, y hoy un gato me ha saltado encima sobre la cama desde la claraboya cuando estaba mas absorto en mi momento de contemplación. Casi me muero sin alcanzar el "samadi". Tengo la suerte de leer un cuento de Maupassant que se llama " Las joyas de M. Lantin" que parecía que me lo dedicaba debido a ciertas experiencias personales no lejanas en el tiempo. Cómo me gusta Maupassant, tanto como el agua de Sarajevo; buenisimaaaaaaaaa!!!!!!!!