martes, 29 de junio de 2010

SARAJEVO

 Sarajevo me gusta, me da buena onda, no sé porqué. Decido quedarme una semana sin saber que pasará pero al menos aseguro la habitación del hostel que se ve con mucho movimiento. Hoy, como ayer, está nublado y en algún momento llovizna un poco. He oído los truenos y me imagino cómo sería la sensación de los ciudadanos cuando oían la bombas y los morteros zumbar y sonar. Quizás los truenos les sobrecojan aun. En el vegetariano me ofrecen ir a colaborar de voluntario haciendo tres casas y un restaurante con materiales de reciclado y adobe(permacultura) irán gentes de varios países y un experto italiano. Mañana lo decido porque justo me he apuntado y pagado para una cosa en el sur de Francia y no puedo estar en los dos sitios al tiempo. Juega España el mundial de fútbol contra Portugal y por fin veo un partido. Me siento con unos españoles y resulta que Gonzalo es el agregado cultural de la embajada. Hay un concierto con varios grupos de rock españoles y bosnios que él ha organizado. Es este Sábado justo después del partido de octavos. Y para mañana una fiesta en un pub con estudiantes de español. Esto promete...

lunes, 28 de junio de 2010

BOSNIA-MOSTAR-SARAJEVO

Salgo pitando de Dubrovnik hacia Mostar y el paisaje es una maravilla. Vamos bordeando la costa adriática y luego entramos al país siguiendo un río amplio  rodeado de verdes montañas. Mostar está reconstruido con mucho esmero. Después de la guerra aun quedan innumerables rastros del horror. En las fachadas de las casas hay agujeros de balas y los revocos están destrozados. Algunas casas están en ruinas y otras tienes los forjados de hormigón reventados de los morterazos. Para entrar en la bonita ciudad la carretera pasa por entre dos cementerios, que te dan la bienvenida. He visto algunas personas con trastornos...no me extraña, las secuelas no contadas ni contabilizadas de las guerras. La parte antigua está llena de tiendas y restaurantes. Todo gira alrededor del puente mas antiguo de Europa que comunica las dos orillas. Sin embargo, y a pesar de todo, aquí veo a la gente más alegre y simpática de los balcanes. Me gustan porque son majos y naturales.
Solo paso una noche y al día siguiente sigo hacia Sarajevo. El paisaje sigue siendo hermoso pero al llegar y ver lo que se hizo con la ciudad asediada uno se sobrecoge. La dieron por todos los lados y con todo. Y aquí vive gente. !Que vergüenza!




El tranvía numero 1 me apea en el centro y estoy contento del hostel. Sarajevo me gusta. Empatizo.

domingo, 27 de junio de 2010

CROACIA- DUBROVNIK

Es precioso y espectacular pero no va conmigo. Dos dias y comer en un vegetariano. Pasear y ver cientos de turistas agarrados a un cucurucho de helado. Grandes cruceros. Ambiente internacional. Muchos españoles sin crisis. Todo a la italiana en el vestir con trajes de Vitorio y Vespino y Dulce Galbana por doquier...gafas de marca y algun noble apellido.
Te puedes quedar más y recorrer la costa y las playas y las islas...pero que no, que conmigo no va. Quizá en un barquito costeando...
Me voy a Mostar, en Bosnia esta misma tarde.





MONTENEGRO-KOTOR

Las cosas van mejorando y al llegar a Kotor me quedo impresionado. Es como si con el cambio climático las aguas del mar subieran por los pirineos a quedarse. Lo llaman la pequeña Noruega. En la Ciudad Antigua encuentro alojamiento por 13 euros en un bonito apartamento, nuevo y coqueto con la suerte de que no hay nadie más. En el Montenegro Backpackers. Paseo por las calles de estilo veneciano y ya se comienza a vislumbrar que el ambiente y la gente es diferente; estamos en el Adriático. Se respira lujo y limpieza junto con cultura e historia. Me gusta. Escucho a Jeff Buckley y el vino es bueno y barato. La ciudad esta amurallada y los riscos empinados sobrecogen a quien ose invadirla. Mejor es entrar por la puerta principal y ver sus iglesias diminutas y oír las campanas que tanto echaba de menos estos últimos tres meses. Voy de excursión a Perats y paso el día en las islitas de la bahía y comiendo en un café con jardín. Por la tarde me indispongo porque me chupo una píldora que era efervescente y no era de chupar. Mi hernia de hiato se lo pasa divertido.
Conozco a Paco, un leridano que hace 2 años que no aterriza en casa y que viaja por el mundo con su bici. Ahora desde Malasia. Y pasamos el día de charla. Al final son tres días los que me quedo aquí  Y si no es porque Dubrovnik me espera, me quedaría otros tres más.


TRES TRENES TRES

Me tiro a las vias del tren. He de salir como sea de Bulgaria. Subo al que me lleva de nuevo a Sofia y me paso 8 horas domingueras con los que regresan de "finde". Llueve y algo de agua se cuela adentro. En Sofia tengo un par de horas para comprar comida y un billete a Belgrado. Dicen que hay que andar con cuidado en Serbia en los trenes y me atrinchero en segunda clase donde el ganado tiene pinta extraña. La luz no funciona en mi compartimento y cuando llegamos a la frontera los policías entran a revisar y pedir pasaportes. Lo miran todo y por las vías alumbran con focos los bajos del tren. Entran con destornilladores y abren insospechados paneles; con una cámara de fotos digital disparan por los conductos para ver si algo sospechoso anda por adentro oculto. Afuera siguen inspeccionando escrupulosamente y resuenan los martillos golpeando las ruedas y las vielas, clon clan clon. Suben mas polis y al final dos de ellos y una fulana se quedan conmigo viajando. Cuando se apean unos tipos raros cogen una escalera de no sé donde y abren con destornilladores otros conductos y alumbran con los móviles  No quiero ser testigo de lo que encuentran o lo que manipulan. ¿Será un sabotaje al freno de emergencia? ¿Pistolas? Están esperando a que me duerma los tipos estos. Hacen disimulados turnos en el pasillo. El pequeñajo, lleno de tatuajes carcelarios tiene pinta de hacer el trabajo sucio. Se pasean con cervezas en la mano cada vez mas agitados y ruidosos. El de la gorra parece tonto pero es el cerebro. La luna asoma ténebre entre las rotas nubes negras. El tren avanza silbando y una música balcánica suena de un transistor en el compartimento contiguo. Dos hombres discuten y fuman; es medianoche pasada. Llevo mi navaja de los bocadillos cerrada en el bolsillo aun manchada de nocilla. Ríen o aúllan como los lobos que saben cierta su presa. No me puedo dormir, no. Afortunadamente aparece el revisor con su uniforme azul y la cartera negra de cuero donde guarda quizás un arma pero...desparece por el pasillo tragado por otro vagón y con el mis esperanzas. Una rama golpea bruscamente en la ventana y me despierta; está amaneciendo. El " Balcan Express" es una mierda, por cierto.
Llegamos a Belgrado a las 5 de la mañana y la idea de quedarme un par de noches se difumina en mi mente al ver la triste ciudad y los rostros apagados vagando por la estación.  A las 10 sale otro tren hacia Podgorica y me compro el billete por 18 euros.
El paisaje es bonito y montañoso. El tren sube y baja entre las frondosas montañas, traquetea y recorre lentamente el paisaje. Pasan las horas y ya estoy agobiado. Llegamos con 5 horas de retraso a la capital de Montenegro porque la locomotora se ha roto; lo que hace que he viajado en este trasto 14 horas y me he perdido las fabulosas vistas desde el puente ferroviario más alto de Europa, porque con todo se nos hizo de noche. Cuando por fin duermo en una cama esa noche siento que todo traquetea en mi cuerpo y en mi mente. Duermo a plomo.

sábado, 19 de junio de 2010

SOZOPOL..UN DIA MAS...

Me pregunto hoy porque Moby Dick no dejaba de perseguir al enajenado Capitán Ahab. Ambos tenia el mismo ojo, eso compartían, que rezumaba odio, venganza, rencor...con lo grande que es el mar. Destinados a hundirse en el abismo sin remisión.  Oigo la pata de palo..tok! tok! tok! Pero no; es la señora de la casa que llama a la puerta y quiere saber cuando me piro ya. Porque había dicho que me iba hoy y sin embargo necesito un día mas para afeitarme. No se adonde ir, me siento atascado y no dejo de mirar mapas y consultar el "internete"pero todos los caminos no llevan a Roma. Quiero ir al Adriático, a Montenegro desde el Mar Negro y tengo que volver a pasar por Sofia y luego Serbia y transbordos de tren y entonces miro Grecia en el mapa y el calor y los precios te achicharran, y subo la vista a Rumanía y no lo veo claro y...entonces me quedo un día más, como esperando que algo suceda y me caigan unas alas o algo con dirección y energía.  Ahora voy mejor al cuarto de baño...algo esta pasando dentro de mi: suelto amarras. Es domingo mañana y espero a que el movimiento del rebaño de turistas de fin de semana me arrastre hasta la estación de tren y luego allí tomar lo primero que salga.
Hoy hablo con tres andaluces después de mes y medio sin hablar mi idioma. Están en una terraza echando risas y unas cervezas. Han venido a unas jornadas sobre integración
 de las etnias gitanas. Su ultima meta cuando lo consigan sera apoderarse del mundo..jajaja!!! Me voy que ya estoy delirando y tengo que afeitarme.

viernes, 18 de junio de 2010

SOZOPOL

Pasan los días de Junio en el turístico balneario playero de Sozopol. Me siento afortunado de haber dado con la casa de Sasho Hristov en la península del casco antiguo, llena de casas de madera y suelos empedrados para que las búlgaras con tacones de aguja jirafeen atronchadamente. Mi habitación es preciosa y tiene balcón.  Aquí me quedo los días viviendo una especie de rutina que consiste en ir a la playa, tomar algo en terrazas de primera linea a precios ridículos y envolverme en la quietud de mi cuartito. Tengo las energías bajas y necesito que pasen estos días molondros. Me voy acostumbrando a oír Modern Talking y a los Gibson Brothers para desayunar y ya salgo con mis gafas de sol oscuras, como todos los demás. Abandono libros decepcionantes en las mesas de los cafés y me libero de esa carga. Hay maquinas de dar puñetazos en el paseo marítimo ..jo! El misterio de las voces vulgares...Extraño lugar este para varar. Siento que no estoy alineado con el orden cósmico, como si todo lo bueno pasara a mi alrededor, al otro lado, en la otra calle, en el otro chiringuito...en el otro planeta; y al volverme no llegara a tiempo de vivirlo llegando siempre tarde. Me replanteo las cosas y no llego a conclusión alguna. Doctor, ¿que me pasa? Me compro una caja de bombones y una botella de vino tinto de la tierra. En la noche solitaria me los voy zampando y bebo a morro de la botella, pero no la acabo porque no pretendo embriagarme, solo darle a los sentidos una oportunidad para sacudirse o desvanecerse. Me sienta bien y ya me veo recargado de nuevos bríos. Pero es de noche y toca dormir. Mañana salgo de aquí como sea; la nave nodriza ha sido atacada ya está reparada. Vuela a otros territorios. Ya es viento de irme; el mar se encrespa,


y yo también.

lunes, 14 de junio de 2010

PLOVNIV- SOZOPOL

El viaje en tren lo comparto con un viejillo con aspecto de jesuita. Hablamos de cosas en común sin entendernos nada. Hablamos de nuestros hijos: el tiene un Wolksvagen Golf y yo una Renault Kangoo. El suyo es del anio 1990 y el mio del 2000...Jo! El suyo es TDI 90 cv; ¡y el mio tambien! ¡Recórcholis!
El tren es una tartana vieja y hace calor. Tardamos 5 horas en llegar a la costa del Mar Negro. De Burgas voy en bus a Sozopol y subo andando la pedregosa cuesta del casco antiguo en busca de habitáculo. Encuentro mi morada y me siento terriblemente afortunado; voy a llorar. En la punta de la península, en la casa de Shivo Hristov: una casa antigua típica de madera entera, próxima al mar. La habitación es ideal, bonita, coqueta, con balcón; y la cocina es de uso común, al igual que el limpio y completo baño. Decidido: aquí me quedo unos días.  Son solo 10 euros y cerca están las playas. En la zona hay cafés y restaurantes y tienditas.
Me doy los primeros baños en el Mar Negro y salgo limpio del agua en calma, que está de lo más agradable y transparente. A lo largo de la playa se suceden los chiringuitos y sitios de comida que invariablemente dedican sus energías a poner música hortera: porque este es un país hortera. Esta plagado de hombrones con aspecto de portero de discoteca cortados por un mismo patrón:  cadenas enormes alrededor de gruesos y cortos pescuezos, tatuajes, gafotas de sol y hembra pelandrusca al hombro vestida para mostrar sus opulencias, sobre tacones de aguja llevando bolsos de plástico acharolado. Son ogrorosos. Ahora ya sé de dónde eran aquellos horteras que divisé en Petra, con todas las pechugas al aire, las cadenonas y las plataformas ridículas para andar en el desierto. Así no hay quien gane Eurovisión, ¡vamos! No encuentro "charme" ni joven que me inspire un suspiro. La palabra que me sale es "magrear". Contagiado del ambiente salgo a pasear por la orilla y decido aplacar la ira que me invade estos días por falta de buena alimentación vegetariana dando pisotones y chafando los castillos de arena de los niños, sin dejarme uno solo atrás  ¡Arrgghhh! Los ogros son de aquí y los dráculas, del país de algo más arriba.

sábado, 12 de junio de 2010

SOFIA- PLOVNIV

Voy a salir de Sofia y camino en dirección al tranvía número 7 que te apea en la estación de tren. Voy bien encaminado pero entro en una tienda a fisgar algo y cuando salgo lo hago por otra puerta. Ya voy mal sin darme cuenta y cuando subo al tranvía con las mochilas parto en dirección contraria a mi destino. Este país me quiere retener contra mi voluntad, por algún mal karma. Voy viendo los suburbios cada vez mas desangelados y ni rastro de la estación principal. Una mano golpea mi hombro y giro arriba la cabeza para ver a una señora horrible que me pide el billete. Se lo doy, lo mira, lo palpa pasando el dedo por la superficie y me dice en cirilico que tengo que pagar una multa.¡Toma ya! Me indica una especie de cenicero roñoso colgado de una ventanilla y luego va ella y allí lo perfora. ¡Asi! Le digo que no pago nada y me dice que va a llamar a la poli. Le digo que llame a quien quiera. Tiene cara de vinagre, de carcelera de un frenopático de la otra era oscura, un residuo de los viejos tiempos. Me apeo en la siguiente y ella conmigo. No quiere soltar a su presa. Me las piro caminando calle arriba. Cuando un ciudadano me informa de que voy por mal camino (como siempre), me cambio de calle y espero al tranvía que vuelve. Espero no encontrarme con la tipeja agria. Deshago todo el camino pasando de nuevo por sitios ahora conocidos y llego a la estación justo a tiempo; a tiempo de perder el tren.
La conductora del tranvía, por cierto, se gano el puesto en un concurso de bofetadas derrotando incluso a varios oponentes masculinos. La gente que trabaja para el estado y cosas afines tienen esa mala pinta burócrata amargada del régimen  y quienes lo hacen en el sector privado, más alegría. Al final consigo llegar a Plovniv, que esa era la cuestió

n.

martes, 8 de junio de 2010

BULGARISTAN

Cruzo de noche la frontera de Bulgaria en un autobús nocturno con destino a Plovniv, pero que me lleva hasta Sofia porque así lo ordenan los jefes del bus; me da igual. Después de tramites aduaneros y algunas preguntas capciosas para verificar que no soy un agente secreto o "queseyo" admiten que soy un turista con pasaporte en regla y continuamos adelante. En Sofia todo esta en cirílico, ¡que lio, madre! Encuentro alojamiento en el Art Hostel situado muy céntrico, con jardincito y ambiente bohemio. La cama en el dormitorio de altos techos cuesta 15 euros y solo estamos tres; por ahora. Abajo, en la planta subterránea hay salitas y un bar; todo muy "underground" con pinturas y fotos y algún concierto.
Salgo a aprovechar el soleado día y me atiborro de fruta baratisima en los puestos callejeros: cerezas, fresas, ummm! Hago una visita al Politecnico; muy ordenado y eficiente. Luego encuentro el Museo de los Uniformes; instructivo y didáctico. Saco unas fotos al Obelisco; proeza de granito socialista-realista. La Casa Museo del autor de "Bajo el yugo" transmite una profunda idea del marxismo ferroviario. Por si esto no fuera poco , entro en la "Escuela de Envoltura" del afamado Kristo. En el primer año de curso envuelves un trailer y una estacion de trenes en el segundo, y al acabar terminas envolviendo un acorazado del Mar Negro. La estatua al soldado desconocido me decepciona porque Lovatov no ha conseguido encontrarlo para su familia.En los parques se juegan intensas partidas de ajedrez; el tiempo corre en los relojes: maxima concentracion... el músculo cerebral suda la gota gorda que cae sobre un triste peón en paro cuyo destino depende de un señor que fuma en pipa.
A ratos parece que estoy en mi barrio porque muchas calles adolecen de encanto. Pero los tranvías me despejan las dudas y siguiendo su ruta voy encontrando las sorpresas de la ciudad. Continuo caminando porque todo esta cerquita y ya consigo tener el mapa y la orientación en mi cabeza para mañana atacar mas a fondo a Sofia por la entrepierna. Mientras tanto me contento con charlar con las camareras de un café muy guapo...como ellas.
Hoy es el día siguiente y Sofia no me ofrece nada mas en particular. Me siento como en Torrelavega en un dia soleado. Así que mañana me piro de aquí, hacia unas montañas con pedruscos interesantes: Belogradchik; a respirar oxígeno y admirar estrellas. En el café de ayer de las chicas bonitas Gala me cuenta en español perfecto que pasará el verano en Oviedo con su novio y que trabajará en la Universidad. Y le asombra que sea español de lo bien que hablo inglés, porque en España nadie habla bien inglés y en la Uni solo tres profes hablan algo. Lo escucho en todos sitios y debe de ser cierto. Esta es la crisis de un país que vive del turismo sin hablar idiomas y que no inventa nada ni tiene patentes. Mi hermana me soltaría ese rollo de Ramon y Cajal y la fregona y el Chupa- Chups...nada, que todo lo solucionamos metiendole un palo a algo o a alguien; al jamon de bellota o a un ordenador portátil, que más da.








domingo, 6 de junio de 2010

ESTAMBUL 4

Ya se aproxima la hora de partir. Quien me lo iba a decir a mi cuando decidí no utilizar el vuelo de regreso a Madrid desde El Cairo, hace dos meses ya: el gusanillo. Y mañana a Bulgaria, ¡que bulgaridad! Ahora llueve de lo lindo y pretendo deshacerme de peso enviando cosas que quiero conservar como: el gran cuaderno de viajes ilustrado que me he currado a tope, mi catalejo y una primera edición de un libro de John Steinbeck de 1945 encontrada en Damasco. Me cuesta salir de este país pintoresco y alejado, próximo y conocido al mismo tiempo; tan contradictorio resulta. Por supuesto que no lo he visto todo porque en un mes y a mi velocidad... En Estambul creo que he dejado cosas adrede sin ver con la esperanza abierta de volver alguna otra vez y pegarle otro buen repaso. Hay un barrio parecido a "La Boca" lleno de casas de madera pintadas de colores y ropa colgada de lo más interesante que se llama Kadirga, al que no pude sacarle fotos porque mi sencilla cámara empieza a desvariar. Tambien hacer un intensivo de barcos por el Bósforo porque nunca es suficiente. Empaparme de lleno de las mil actividades culturales que se suceden en la ciudad y encontrar esos rincones menos hablados y de cuya existencia uno se entera porque alguien le susurra al oído una palabra. Y si puedo mañana me voy a la "Moda", otro barrio en Kadikoy al que se puede llegar en un tranvía de madera. Lástima que los trenes a Europa no salen porque están arreglando las vías y mañana tendré que irme a Bulgaria en autobús  Al menos, mientras caía el inmenso chaparrón, me he tomado a cubierto. una taza de té turco en la cafetería de la estación del mítico Orient Express; un té vulgar y corriente en una silla incomoda y algo caduca al doble de precio que en el divertido cafetin de la esquina. Qué me deparará Bulgaria... tengo vagos recuerdos de halterofília y filatelia y de gruesas señoras que amasan el pan y masajean tu espalda. Escriben en cirílico y...¿hablarán en cirílico?
Adiós Estambul; mon amour. Tamam.
justo he tenido tiempo de conocer la "Moda" lleno de artistas pintando, cafés, centros culturales...he mirado los alquileres pa venirme un mes la proxima vez...yuppyyy
y!!!!


ESTAMBUL 3























He descubierto Kadikoy, una zona de Estambul llena de vida, en Asia, toma ya. Básicamente está frecuentada por locales, algunos profesores de ingles y algún turista perdido. La zona del embarcadero de Ferrys esta llena de puestos callejeros y desde el próximo conservatorio de música se escapan las notas a la calle para confundirse con las bocinas de los barcos que como trombones de varas hacen sus pinitos en la rítmica partitura de la vida. Hay tiendas de libros y discos de segunda mano, de cómics, de antigüedades y almonedas; cafés y restaurantes con conciertos y algunas galerías de arte. Me explican que eso es porque es un barrio socialista y me callo. Hay ahora conciertos en el paseo marítimo y una pequeña feria con una veintena de puestos coloridos. El grupo que toca esta compuesto de 8 músicos. Su repertorio esta basado en la música tradicional turca, de gran belleza y ritmo. Las gitanas balcánicas que venden flores y que son mas feas que las patatas viejas se arremolinan ante el escenario al aire libre y comienzan a contonearse con gracia y convulsos golpes de cintura. Entonces acude más público y todos somos cautivados por su atrevimiento y desparpajo; incluidos los propios músicos. Se ganan por unos minutos el respeto y la atención de los presentes y por ultimo el aplauso merecido de todos. Estrellas por un día, fugaces. En la imponente estación de trenes de Haydarpasa, palacio de principios de siglo de estilo Neo Clásico Germánico Atómico, regalo de un Kaiser a un Sultán, se están celebrando interesantes propuestas escénicas: danza contemporánea sobre andenes, conciertos de música europea balcanizada, proyecciones vanguardistas sobre la fachada al anochecer, teatro y pelis en la gran sala de espera de la estación...A ver si siguen así el 2011. Como no sabía nada de todo esto lo disfruto el doble. Los otomanos vuelven a la carga con sus ropajes y sus músicas potentes. ¡Que divertido! En el ultimo concierto de la noche han arrojado mas de 80 grandes cojines de colores sobre el suelo de la estación y al final todo el mundo se ha levantado a bailar espontáneamente con gran jolgorio y alegría. Nunca había visto antes una estación de tren tan divertida. Mañana más. Ya no me sacan de Kadikoy, ya que solo me queda un día antes de partir.
Pero hay pasajeros vestidos de luto a los que no veras divertirse nunca y que parecen dar la espalda a la alegría...



 de la vida.

ESTAMBUL 2






La primera noche ha sido animada porque Kemal nos ha organizado una cena con sus amigos y ya de paso despedimos a Diana que se vuelve a Moscú. El restaurante esta en Taksim: el punto de ebullición. Caminas entre la gente por esta gran vía y 
parece que se esté celebrando algo, un acontecimiento histórico,  como si a todo el mundo le hubiera caído un pellizco de la lotería y salieran con ganas a gastarlo. En la cena aparece sorpresivamente el siciliano Andrea que conocimos en Valle de las Mariposas y que se va a quedar con nosotros esta noche. Se bebe "raqui", la bebida nacional que es un licor anisado al que se le mezcla agua. Lo curioso es que no lo hacen a los postres sino que le atizan desde temprano a modo de aperitivo. Al final de la cena somos los que mas gritamos y eso me trae recuerdos de España. Diana se despide toda triste con su bolsa de regalos: básicamente cosas que beber y comer compradas en el Gran Bazar que para su asombro ha resultado tranquilo y respetuoso. Lo ha disfrutado como nunca y cuando se ha relajado se ha atrevido a regatear con cierta confianza y buenos resultados. Para m,i que es la primera vez, me gusta, y me parece que habrá otra visita por mi cuenta. Los comerciantes, muy al contrario de lo que había oído y leído  son amables y sonrientes sin acosar. A veces lo que desean es que les prestes tu atención unos segundos y una vez realizado su trabajo ya te puedes alejar con una sonrisa. Todos contentos. Buenas charlas con algunos vendedores y detalles dignos de mención. Quizá han sido adoctrinados porque Estambul esta siendo la "capicultu"del 2010.
Pensaba que la marcha en Taksim duraba solo el fin de semana pero, que equivocado estoy: aquí hay movida a diario. Ahora, además, hay algo de jaleo extra pues se suceden las demostraciones de repulsa por la muerte de 9 ciudadanos turcos en un ataque a un barco con ayuda humanitaria que se dirigía a Gaza. Las medidas de seguridad que la policía toma son tan abrumadoras que a uno se le quitan las ganas de decir"jolines".
Hay como 2000 bares y restaurantes y los comercios parece que no cierran nunca. La gente es guapísima como una élite acomodada dentro de Turquía. Abunda la juventud y todos procuran ir a la moda. Hay locales para todo tipo de público, y en ellos puedes quedarte hasta la madrugada porque no hay problema para encontrar taxi o "dolmus" colectivos de vuelta. La noche parece muy segura en las zonas concurridas, y no hay escandaleras ni peleas; por lo que he visto. Andrea y Kemal, como osos beodos, llegan a las 5 con dos botellas de "Yeni Raki" de más pero no les tengo que acostar, esta vez.