Este festival es una maravilla.Se celebra en Lulworth Castle en el condado de Devon y dura 4 días. Además el tiempo acompañó y no hizo falta calzarse las "Wellington" (Katiuskas). Compre la entrada a un tercio de su valor dos días antes por mediación de D, el amigo de Sue que viene al Mango Landin y que me ha echado una mano algunas veces. El sujeto era un tipo al que tenía que ir a ver a un club del Soho, llamado el Saint Moritz, en el 89 de Wardour Street. Eran las once de la noche cuando portero enorme me dejó entrar. Solo tenía que decir lo que buscaba: a un tal "Gazz", le dije. Una vez dentro del garito esperé tomando una birra y a medianoche el tipo apareció bajo un sombrero vaquero de anchas alas. Era un individuo alargado vestido con una flamante camisa de chorreras blanca y unos pantalones de pitillo en cuyo final asomaban las botas de cuero lustrosas con que apuntaba sus pasos. Tenía mirada chulesca, con mueca a estribor. Me dió la mano cuando me presenté y él se disculpó por la tardanza, que yo no había padecido, ya que estaba entretenido con la excelente música y el movimiento del personal del bar. Un tipo extravagante cuyo diente de oro brillaba y emitía reflejos cual bola luninosa de discoteca. Luego me enteré que es el hijo de Jonh Mayall, y que lleva 20 años haciendo la noche músical más veterana y famosa de Londres de los jueves: "The GAzz Rock´ing Blues"; así que aproveche el evento y lo disfruté por la face. Después tendría la ocasión de verle de nuevo en el festival al que también iba a acudir, y he de decir que me reconoció y muy amablemente se acercó a saludarme. En el famoso carnaval de Nothing hill crea un montaje-instalación tan impresionante que todo el mundo acude allí para bailar. La del año pasado fue un avión derribado en plena calle. La cabina del piloto de la nave era donde hacían para pinchar música.
El viernes salí por la mañana hacia el festival con la holandesa Saskia Olde Wolber de acompañante. Una tipa rara, vídeo artista e instaladora afamada que vive en el Denman Arms de Peckham junto con Amanda, la actriz, y Ady un pintor al que creo puedo llamar amigo, y que es el propietario de la casa pub, como yo lo soy en Noja con la mía Compró el pub en una subasta. Aquí vivió mi gran amiga Jessy un par de años y yo les conozco gracias a ella. Gente maja y abierta. Cuando llegamos a media tarde ya había ambiente y las tiendas de campaña ocupaban las praderas como setas con sus enanitos dando vueltas, saltando y riendo. Tuve suerte y me pude poner junto a los artistas del cabaret que lleva Amanda. Sus colegas colaboradores eramos Jessy, su novio, el gran tipo Kareim el Jamal, y yo. Se merecen una página aparte de todo lo que aportaron. Se encargaron de los desayunos y de pinchar la música. En total eramos unos 15 con muy buen rollo.
Amanda triunfó con su espectáculo que yo ya había tenido la oportunidad de ver en el teatro de Hackney. Ella y su compañera se visten de época victoriana aparentando ser damas de aquel Londres y encandilan al publico con sus canciones y las bromas en dialecto cockney, Son acompañadas de un pianista que a ratos recuerda al de los hermanos Marx, mudo y visual. Muy bueno todo, ciertamente. Al final de la noche todo el mundo del festival venía a la carpa y se liaba una buena. Kareim ponía la música o si no la ponía Matt. Todo era buen rollo con peña disfrazada y deshinibida. La oportunidad que tuve de vivirlo desde dentro y echar una mano cuando se presentaba la ocasión lo hacía todo un punto más mágico, si cabe.
En el escenario principal se sucedían las actuaciones, algunas de ellas memorables, como la de los "Flaming Lips" y su psicodélico ejercicio de rock psilocibe con el cantante saliendo del castillo de esta regia propiedad dentro de una enorme burbuja de plástico y siendo llevado en volandas por un público entregado hasta dejarle en el escenario, entre las pantallas de vídeo y las luces... Susan Vega, a la que tanto amé, y su maltratado y gastado "Luca", que debe de estar crecidito, me decepcionaron.Y muchas más cosas día y noche, noche y día sucediendo. Desde una pequeña caravana similar a las que me dejaban los impagados en el Camping Argos cuando allí trabajé, una pareja retransmite todas las sandeces en: The Road Show Radio Station, con pasmosa labia. Ella baila con un grupo de magos mientras el sugestiona el horizonte oteando la vacuidad de un solo trazo. Son divertidisimos y los he ido a ver todos los días porque apenas se repiten.
Cuando recogemos y todo el mundo se va, el terreno adecentado presenta sus heridas de batalla. Me despido de todos pero me quedo un día mas; y aqui duermo, escondido en las propiedades del castillo entre ciervos y brincadores cervatillos, en estos bosques que tan bien saben respetar por estas tierras. La playa me espera unos metros mas abajo...y claro que voy.
El viernes salí por la mañana hacia el festival con la holandesa Saskia Olde Wolber de acompañante. Una tipa rara, vídeo artista e instaladora afamada que vive en el Denman Arms de Peckham junto con Amanda, la actriz, y Ady un pintor al que creo puedo llamar amigo, y que es el propietario de la casa pub, como yo lo soy en Noja con la mía Compró el pub en una subasta. Aquí vivió mi gran amiga Jessy un par de años y yo les conozco gracias a ella. Gente maja y abierta. Cuando llegamos a media tarde ya había ambiente y las tiendas de campaña ocupaban las praderas como setas con sus enanitos dando vueltas, saltando y riendo. Tuve suerte y me pude poner junto a los artistas del cabaret que lleva Amanda. Sus colegas colaboradores eramos Jessy, su novio, el gran tipo Kareim el Jamal, y yo. Se merecen una página aparte de todo lo que aportaron. Se encargaron de los desayunos y de pinchar la música. En total eramos unos 15 con muy buen rollo.
Amanda triunfó con su espectáculo que yo ya había tenido la oportunidad de ver en el teatro de Hackney. Ella y su compañera se visten de época victoriana aparentando ser damas de aquel Londres y encandilan al publico con sus canciones y las bromas en dialecto cockney, Son acompañadas de un pianista que a ratos recuerda al de los hermanos Marx, mudo y visual. Muy bueno todo, ciertamente. Al final de la noche todo el mundo del festival venía a la carpa y se liaba una buena. Kareim ponía la música o si no la ponía Matt. Todo era buen rollo con peña disfrazada y deshinibida. La oportunidad que tuve de vivirlo desde dentro y echar una mano cuando se presentaba la ocasión lo hacía todo un punto más mágico, si cabe.
En el escenario principal se sucedían las actuaciones, algunas de ellas memorables, como la de los "Flaming Lips" y su psicodélico ejercicio de rock psilocibe con el cantante saliendo del castillo de esta regia propiedad dentro de una enorme burbuja de plástico y siendo llevado en volandas por un público entregado hasta dejarle en el escenario, entre las pantallas de vídeo y las luces... Susan Vega, a la que tanto amé, y su maltratado y gastado "Luca", que debe de estar crecidito, me decepcionaron.Y muchas más cosas día y noche, noche y día sucediendo. Desde una pequeña caravana similar a las que me dejaban los impagados en el Camping Argos cuando allí trabajé, una pareja retransmite todas las sandeces en: The Road Show Radio Station, con pasmosa labia. Ella baila con un grupo de magos mientras el sugestiona el horizonte oteando la vacuidad de un solo trazo. Son divertidisimos y los he ido a ver todos los días porque apenas se repiten.
Cuando recogemos y todo el mundo se va, el terreno adecentado presenta sus heridas de batalla. Me despido de todos pero me quedo un día mas; y aqui duermo, escondido en las propiedades del castillo entre ciervos y brincadores cervatillos, en estos bosques que tan bien saben respetar por estas tierras. La playa me espera unos metros mas abajo...y claro que voy.
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