sábado, 7 de noviembre de 2009

TODAVIA HAY CLASES

Las clases las estoy dando en mi habitacion, la 104 del Green Hotel. Antes las daba en la cafeteria pero siempre habia orejas ociosas. En la 104 se esta de maravilla y uno puede decidir si estar en la terraza o adentro cuando el calor del mediodia aprieta. Se ven las aguilas de frente y a los monos por los balcones y los cables de la luz. Sonam se aplica con sincero interes y Jampa, el monje tibetano que tiene el musculo cerebral super desarrollado ( o el nuestro que esta atrofiado) aprende por absorcion asombrosa.
En Diciembre llega un profe de espanol a Lha, una O.N.G de aca a la que acudo de vez en cuando a compartir clases de ingles con mas refugiados. Asi que cuando yo me vaya ellos tendran en donde aprender mas y mejor.
Ahora que parece que mi lesion desgarrada en el muslo esta reparada voy a clase de yoga. El renombrado profesor Vijay de Universal Yoga es un hombre mayor delgado y fibroso con una magnetica voz y una mirada rapida y penetrante. Se sube sobre su cuerpo apoyandose en tres dedos y consigue la vertical con aplomo y serenidad para luego descender milimetricamente hasta quedar tendido en el suelo. Apoyo tres dedos en la esterilla y casi me los parto antes de hacer ni el amago. Me conformo con poner los brazos en cruz y le meto el indice por la nariz al de al lado, me giro y le arrastro por la sala. Todo el mundo viene a estas clases; deben de ser buenas. Parte de los ingresos revierten en los pobres.
Pero el otro dia fui a una a las 8 de la manana que fue el descojono. La impartia un tipo nervioso y juvenil al que le podia el entusiasmo. Si me dicen que es un hijo no reconocido de Peter Sellers en la pelicula " el Guateque ", esa en la que hacia de indio inepto que todo se lo carga pero que tiene un gran corazon, me lo creo. Hace unas cosas rarisimas y se ha inventado una respiracion rebuznante para darle a las clases su impronta personal. Es la monda y sus pequenas variaciones las acompana de exagerados comentarios inacabables. Sonrie todo feliciano a su alumnado que somos dos.
Dentro de poco ire a Rishikesh y alli veremos a lo que me enfrento porque ahora estoy llenito de agujetas de tanto estirar esta goma recia que solo tiende a recogerse con mas obstinacion, si cabe.

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