Me voy con Becky, la amiga de Maggie que me presento Gladys en la despedida de Brenda a caminar hasta la pagoda de la paz mundial. Antes de comenzar la subida Becky sufre un sofocón debido a la humedad, me dice, y me pregunto de dónde... y continuo solo la agradable marcha. Unos tipos ociosos descansando sobre una roca me dirigen a una ruta mas corta atravesando campos de cultivo, y mas tarde unos niños de vacaciones escolares me reconducen al camino original cruzando el bosque. Me acompañan como ángeles guardianes y el miedo a supuestos robos que los otros tipos me habían metido en el cuerpo, y que debe ser verdad,(me pregunto si ellos no estarían planeando llevarme por el wrong way...) se diluye por completo en su compañía. Continuo por la senda ascendiendo las colinas que rodean el lago en completa soledad disfrutando de la autentica paz que ofrecen los árboles y las vistas al lago hundiéndose cada vez mas en el fondo del paisaje hasta que llego a la cima, donde en un humilde chiringuito, me tomo plácidamente un té en una mesita con 4 sillas blancas de madera. Este sencillo acontecimiento se me torna dotado de algo irreal, allá arriba sorbiendo té caliente como un caballerete ante un paisaje que se va tornando cada vez más plomizo y tormentoso. Sobre las cumbres lejanas se ciernen las negras nubes sobre Pokhara con lentitud inexorable. Rodeo la blanca e imponente pagoda en el sentido de las agujas del reloj y para cuando me doy cuenta ya no queda nadie. Las botas nuevas no me han causado ningún problema y la pequeña prueba de andar hasta aquí me sirve para envalentonarme con la ruta que preparo.
miércoles, 30 de marzo de 2011
POKHARA PEACE PAGODA
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