viernes, 10 de abril de 2009

LUNA LLENA

Es noche de luna llena. Subo con C. a la azotea del albergue con mantas y almohadas. Nos bañamos de pálida luz entre el contorneado de los edificios. Horas después la luna se desplaza en busca de otros gatos en otras azoteas. Nos quedamos con la música. Apenas se oye el murmullo del tráfico mas abajo. Siento la magia del momento siendo compartida. Seran 4 las noches de luna llena.
En la habitación sigue el horror de las bragas desperdigadas y el caos de unas guarras que llegan tarde haciendo ruido y sonar una botella de vodka barato por el piso.
Intentamos dormir a pesar del escandalo que montan y de los fogonazos de luz. Dan ganas de decir algo o de vomitarlas.
Por la tarde me cambio por primera vez voluntariamente a la 2 llevándome las sabanas conmigo. La habitación ha desaparecido entre una maraña de colgajos con ropa asquerosa que impiden el paso al baño; donde se acumula mas de su basura. Por el lavabo pringues y la maquinilla de afeitarse las axilas yace en el suelo de la ducha. Son las tipejas que Bukowsky se negó a follar. No se de donde son porque no hablan nunca, duermen de día y salen de noche con sus bajas energías. Escapo y un chavalillo italiano también. Creo que alguna vida se ha salvado.
Me voy a cenar a Serrano con parte de la familia de Juan y con Andrea para celebrar el cumple de Yoli; pero no me quedo al café porque ya son las 12 y la luna se posa sobre la azotea del albergue de nuevo.

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