miércoles, 8 de abril de 2009

LA BOCA

En la Boca me sale al paso, rodando un balón, un niño ángel. Ha venido a advertirme que no continúe por esa calle, que mas adelante me van a robar y me dice que gire en la esquina a la derecha y que continué por allí.
Una persona más estúpida me dijo que podía haber sido una trampa y el niño un compinche que me conduciría a la boca del lobo. Pero esa persona no cree en los ángeles de la guarda...
Incluso para un daltónico como yo la exuberancia de los colores de las casas de La Boca son un festival para los sentidos. Le quedan a uno ganas de decretar el multicolorismo en todas las casa del mundo.
En origen, este barrio pobre se aprovechaba de los sobrantes de pintura de los barcos del amarradero para pintar las chapas y las maderas de las fachadas, las puertas y las ventanas. El resultado es tan fantástico que es una de las atracciones que uno tiene por obligación de ver en Bs As.
Un hombre de pelo y bigote castaño y lacio parece despertar de la derrota personal cuando ve que el colectivo no se detiene a mis requerimientos en la parada y me dice como compartiendo un secreto que en este país voy a ver cosas que en ningún otro.-"¿Ha visto usted en algún otro que no halla monedas?-. Alguien hace negocio con ellas y si quieres monedas de peso tienes que pagar 10 pesos para que te den 9.
Es cierto porque es imposible acumular en todo un día de compras un solo peso en el bolsillo.-"Las Maquinas de recaudación de los colectivos se las guardan y ese alguien las acumula para joder al país".
Hoy es el cumple de Yoli que ya ha vuelto de Uruguay. Nos vamos a cenar y a tomar unas cerves a Cortazar con Andrea, la exuberante argentina que trabajó en La Cabaña y Juan, hasta las 3.
Le regalo por su cumple un hermoso álbum ilustrado con el sugerente nombre de "Las Semillas de las Cabañas" que he comprado en la librería mas insólita que conozco: El Ateneo; un autentico teatro de cuatro plantas cuyos palcos son salas de lectura y el escenario la cafetería. Escucho " A Kind of Blue", mítico álbum


 de Miles
Davis mientras leo y me entra un sopor de media tarde. El aire de tango de La Boca se deshace. Aun así vuelvo a recordar la imagen que en San Telmo tuvo lugar cuando la mas bonita y estilizada joven que nunca vi,de larga coleta castaña, finos brazos y delgadas piernas bonitas, se entregó a un baile espontáneo con uno de los bailarines que amenizan los Domingos en la Plaza Dorrego. Dejó su bolso y su chaquetilla sobre la escalera de la plaza y la danza se inició.TANGO ABSOLUTO. Los aplausos resuenan en el limbo de los dioses.

Es de noche cuando escribo esto y escucho al gran Charlye Parker sonando en la sala del ordenador del albergue. Mañana me cambian a la 17.

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