jueves, 2 de abril de 2009

BS.AS

Desde el avión que vuela bajo como un grajo se ve el magnífico paisaje austro-patagónico. Todo el recorrido que me tragué por tierra ahora lo recorro en un santiamén con panorámicas de National Geographic.
En el albergue me tocan(los coj...)dos adolescentes ingleses y un serbio que llega mamado hasta las patas. La habitación hiede; mi madre pasó por esto y ahora se por lo que pasó. Me cambio a otro y resulta que me están mareando. Me han dado dos habitaciones diferentes para dos días pero he terminado durmiendo en otras que no eran ninguna de esas, y mañana cambio otra vez...He perdido la compostura y casi,casi las maneras; esas las perderé mañana.Por B.A hay mucha ceremonia. Hoy entierran a Alfonsin con honores de jefe de estado y al tiempo es el Día de los Héroes de las Malvinas. En esta, además de los soldaditos de plomo y las banderas hay algunos tipos que dan escalofríos, de esa época de la solución final, con parche en el ojo y fríos bigotes.
Una ancianita haraposa cargada de bolsas de plástico sobre su doblegado lomo surge arrastrando los pies de unos pórticos. Me adelanto y le doy un billete de diez pesos que mira sorprendida. Levanta la mirada del billete que no ha pedido y con unos ojillos mínimos y grises dentro de su cara agrietada y oscura me mira y le sale un "gracias" diminuto de animalillo niño. Dice algo mas que no alcanzo a entender mientras prosigo la marcha. Pienso que sí me hubiera equivocado y le hubiera dado uno de cien lo sentiría incluso mas justo. Que haya personas ancianas viviendo así es obsceno.Por las calles de B.A unos individuos tironeando de carretas de dos ruedas hurgan las basuras con las manos y las cargan de botellas, cartones... Luego todo queda abierto y esparcido como hacen los perros cuando husmean algo de comer. Hay vigilancia policial para evitar que las hordas de los grandes suburbios no se apoderen del bienestar de la burguesía. También llama mucho la atención ver por el día a los paseadores de perros con sus 17, 14 perros enlazados por las calles de la ciudad de vuelta de los parques de Palermo, en donde se encuentra el Jardín Botánico, el zoo, el rosedal... y el albergue que me trae de cabeza con tanto cambio.



En la habitación hay una inglesa que me cuenta toda la historia de su familia mafiosa y de sus novios peligrosos. Un israelí que quiere ser un líder político y una holandesita que es un torbellino en acción; ¿qué seré yo?

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