lunes, 20 de octubre de 2008

Los ventiladorcillos


Cuando estuve en Essaouira conocí a unos muchachotes de Albacete que se volvían ya para casa. Habían aparcado la furgoneta al lado de mi coche y al principio solo vi a uno;pensé que viajaba solo. Pero avanzando en la mañana empezaron a aparecer mas y sumaron un total de cuatro; cuatro tiarrones que salían de una clásica furgoneta VW de 25 años de antiguedad.Todavía no concibo como lo hacían para dormir llendo además cargados de sillas,mesas,comidas,equipajes...El dueño la había comprado por 6oo Euros en Madrid de un modo bastante rocambolesco y como es mecánico la había ido apañando poco a poco.Al despedirse me hacen un obsequio de cosas que no han tenido tiempo de regalar a los necesitados.Me dan 3 paraguas,4 calculadoras de propaganda y...24 ventiladores en cajitas de cartón.Me aseguran que a los niños les encantan.
Estoy por el Atlas y me detengo a hacer una foto.Aparece irremediablemente un tipo que me viene siguiendo en motocicleta a sabiendas de que todos paramos en este punto.Quiere venderme sus mercancías; entonces llega una señora beréber con 4 niñas que hasta los mas curtidos de la UNICEF se echarían a llorar al verlas.Parecen animalillos y una de ellas sufre retraso;pero el vendedor no me deja pensar claro y acabo dándole a las pobres niñas una caja con ventilador a cada una y a la señora una camiseta.Arranco el coche y continuo carretera arriba.Desde ese día apenas duermo dándole vueltas al coco.
Esos ventiladores son la quinta esencia de la estupidez humana;el paradigma de nuestra civilizacion insultante;el ejemplo material de que ya no se puede ir mas alla en cuanto a falta de vergüenza.Y así la crisis financiera mundial que lo corrobora;por estos ventiladorcillos y cosas parecidas.Son unos artefactillos con dos pilas que mueven unas aspas de tela diminutas como petalos y que no dan aire;solo el estúpido rotar sin sentido.Regalo de empresa "made in China".Me pregunto quien fue el imbécil.
Llevo con la incomoda carga por medio Marruecos y he comprobado que tras el efecto de euforia por la caja sorpresa sobreviene una decepción inversamente proporcional.Ahora entiendo porque los de Albacete todavía iban con ellos.Se me ha ocurrido ir dejandolos aleatoriamente en sitios descabellados por donde confio que alguien los encontrara,quizás un pastor que piense en marcianos.No se.Pero seguro que piensa que no eran muy inteligentes o unos hijo putas.

No hay comentarios: