martes, 20 de diciembre de 2011

ANAPURNAS- JORNADA 17

El grupo se disgrega: unos nos quedamos en Jankoth, un pueblo mágico y fantasmal que parece sacado del Señor de los Anillos, y los demás tiran hacia Jomson. Nos desperdigamos por las callejuelas del pueblo, cada uno por su lado. Kike aparece con la cara blanca de susto. Nos cuenta que un monje le ha metido mano subiendo las escaleras de un templo. Nos morimos de la risa. Nos despedimos de esta fracción del Gofio Team y al final nos quedamos a dormir aqui, Fran, Mimi y yo. A los tres nos interesa enormemente conocer estas tierras distantes a las que quizás jamás volvamos. Me encuentro con B, la húngara, que ha subido a dar clases como voluntaria y que conocí en Pokara. Recuerdo algún comentario suyo charlando con una austriaca buenorra que voluntariaba por las montañas al final de las clases de yoga con Rishi , pero no me imaginaba que fuera a ser en este sitio...¡Vaya! Cenamos juntos y ella se ofrece a enseñarnos el templo y la escuela por dentro. Nos pone en contacto con los ancianos médicos tibetanos que curan con hierbas del Himalaya y otras sanaciones muy respetadas por aquí. Fran y Mimi, que son médicos intentan transmitir conocimiento a su vez, pero el tibetano no parece sentirse a gusto con la medicina occidental y solo sonríe cortesmente. Nuestra medicina no trabaja tan bien por aquí. Lo pasamos bien cenando juntos y asistiendo más tarde a una"puja", ofrecimiento sagrado y ritual a los dioses y buenas energías, con la gente local y los monjes trompeteros (y estos tios de la foto tan campantes peregrinando con poca ropa)






en la paz de las montañas.

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