viernes, 2 de marzo de 2012

VIPASSANA RETIRO EN KATMANDU

Por fin consigo plaza para el retiro de meditación vipassana en Katmandú. Va a estar lleno. Rellenamos los formularios en un edificio del centro de la ciudad y de allí unos autobuses nos suben hasta el centro de retiro. Casualidad que allí me atiende Ángel, un tío que ha salido en bicicleta de Irún y que anda buscándose la vida por donde puede. Resulta que en Pokhara conocí y ayudé a un jovencito de Sestao,¡coño! Eder...el que me adelantaba en el Ice Lake de los Annapurnas a 4.600 metros con el catalan, cuando me quedé cegato entero por ir sin gafas y me quemé los ojos. Bueno, pues después me lo encontré en Pokhara y le di una camiseta, le invité a comer y le di vitaminas, porque el chaval de 22 años andaba sin comer y sin dinero. Le recomendé el retiro y Ángel me confirma que vino y lo termino.
Me dan una habitación que comparto con un gordito israelita, que como acostumbran, enseguida rodeo su espacio de cuerdas, toallas y cosas invadiendo algo de mi propio espacio. 
Han echado a dos por hablar. Aquí no se vacila. Cumplo con el curso. Ha habido alguno que se ha ido, problemas con las drogas que el cuerpo aún retiene.
Me tienta quedarme cuando acabamos el curso y ayudar a Ángel pero continúo...

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