BOUDHANATH

Me hospedo en el Lotus Ghest House, que tambien me recomendó Claire. Muy contento porque suele estar lleno de estudiantes occidentales y viajeros y hay sitio. Un acierto, pero las trompetas de los monjes del monasterio anexo son un poco coñazo al tercer día. He venido con Iñigo, el valenciano, y Anoek, la holandesa. Con ellos aprendo a cazar mosquitos con la mano y a liberarlos fuera del cuarto. Son seres sintientes, a veces...
Boudhanath es un remanso de paz encantador, alejado del bullicio y la contaminación de Katmandú. Tiene calles peatonales, senderos y paseos cercanos entre los campos. Todo gira y se mueve alrededor de la gran estupa central. Y efectivamente, cientos o miles de personas caminan en sentido de las agujas del reloj alrededor del edificio sagrado. Impresionante. En todo su perímetro hay tiendas de artesanía, joyas, recuerdos, restaurantes, cafés y hospedajes. No se puede estar en mejor lugar, pienso yo. Solo le falta que el mar tras las montañas de los Himalayas se nos ponga por delante...!Voy a orar¡