lunes, 5 de julio de 2010

BUDAPEST 1

Voy conociendo la ciudad imperial, impresionante, imponente, a traves del mundo de los "hostels". Del Backpackers, que está alejado y me obliga a tomar transporte público una y otra vez, me voy al Suite que suena mejor y esta en el centro. Está bien el sitio porque es bastante nuevo pero las camas de afamado centro comercial chirrían que da gusto y como somos 8 hay que multiplicar el escándalo por ese número.  Pero eso no es lo peor: llegan 7 hijos de la Gran Bellota con sus mochilas a medianoche; las tiran al suelo y piden a la membrilla de recepción cervezas de esas de medio litro para quitar la sed y las neuronas. Empieza la fiesta. Suben vodka y encienden el radiocasete, juegan al pin-pon, tocan el ukelele y los cojones a los que queremos dormir porque ya son las 2 de la mañana. Las "encagadas" del sitio siguen sacando birras como si tal cosa, y ya por fin me mosqueo, salgo de la chirriante litera y bajo echando humo. Les pongo las pilas y no sé ni lo que digo porque es la primera vez que estoy mosqueado en inglés. Escucho risas desde mi habitación- " Has oído al viejo, James? ¡jajaaja!". Pero se van a la calle y allí continúan. Se les oye por todo Budapest.
Por la mañana, con las mochilas a cuestas, visito tres hostales mucho mejores y termino en uno de rebote que es como estar en casa. Pequeñito y sin pretensiones con grandes techos y sin literas apretadas ¡Que bien!
Ahora me toca caminar pero mañana bicicleta. Hago un concurso para encontrar un edificio feo o pequeño o birrioso o hortera o decrepito y salgo perdiendo. Camino cienes de kilómetros arriba y abajo, y me doy cuenta que hay dos formas d conocer la ciudad principalmente: una es desde afuera; viendo las impresionantes fachadas y la singular decoración art-deco y neo-clásica y austro-hungara imperial, y ello te puede llevar tres o cuatro años. Y la otra forma es desde dentro, pero cada edificio te llevaría una mañana entera. Me maravillo a cada esquina; no me lo esperaba así de fascinante. Pero como he dormido poco...Por cierto; ya me vuelvo a casa en 5 días.







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